Pero veamos qué costumbres y tradiciones conlleva la Fiesta
de Fin de Año. En las diferentes culturas y en todos los tiempos los cambios de
ciclo han llevado implícitos ritos para atraer salud, amor y dinero. Estos son
los tres pilares básicos de la felicidad del hombre, por eso no es extraño
encontrar ya ritos ancestrales propios en cada cultura, país o pueblo que
buscan la felicidad, el éxito y la abundancia. Aquí en España, el comienzo del
año se festeja con la tradición de las 12 uvas, con el ritual de comer una uva
por cada una de las 12 campanadas del reloj de la Puerta del Sol en Madrid, llamándolas
"las famosas 12 uvas de la suerte". Se dice que esta tradición no es
muy antigua y viene dada por un excedente de uva en Vinalopó, que hubo a
principios del siglo pasado, consiguiendo así salvar el excedente de la
cosecha, introduciendo toda la uva en el mercado, convirtiéndose así este hecho
en una de las costumbres más típicas y seguidas del año. Hoy en día esta entidad
Alicantina abastece la Noche Vieja española con 120.000 toneladas de exquisitas
uvas con denominación de origen de Vinalopó.
A continuación y tras tomar las
uvas comienzan los brindis, por supuesto como siempre con cava, ya sea catalán,
extremeño o toledano, brindando por los mejores deseos y buenos propósitos y
con la esperanza de alcanzar mayor éxito durante el año que comienza, y a continuación
se mete un anillo de oro en la copa, pero con mucho cuidado de no tragárselo al
brindar, para así atraer el dinero o la riqueza. También adoptamos la costumbre italiana de llevar una prenda
roja, normalmente suele ser ropa interior, pañuelo o una cinta, y para
finalizar antes de empezar a bailar se suele llamar por teléfono a los amigos y
familiares más allegados para felicitarles, colapsando así todas los años las líneas
telefónicas durante muchos minutos. Últimamente se ha impuesto la tradición de
ir a correr una maratón llamada "San Silvestre Vallecana", aunque también
se está imponiendo en otros barrios y ciudades de España.
Ahora como detalle veremos algunos ritos de algunos países
para hacernos una idea de cuan diferente y variado puede ser la misma fiesta en
diferentes partes del mundo.
En Alemania, Silvester, llamado así por ser el
Santo de este día San Silvestre, los alemanes realizan la ceremonia del "Bleigiessen"
(vertido de plomo). Este ritual consiste en desvelar los misterios del futuro
derritiendo sobre un fuego un poco de plomo colocado en una cucharilla y vertiéndolo
a continuación en un vaso o taza con agua fría. El plomo líquido se vuelve
solido formando extrañas figuras y con una buena dosis de imaginación, creen
que pueden predecir lo que les deparara el mañana. También son muy amigos de
los fuegos artificiales y los petardos, sin llegar a la afición Valenciana,
pero acercándoseles mucho a estos. Los escoceses festejan el "Hogmanay".
Esta tradición consiste en prender fuego a un barril y hacerle rodar por las
calles, para así abrir paso al nuevo año acompañado de fogatas, antorchas y
diferentes cánticos. En Venezuela poco antes de las 12, las familias se reúnen
en sus hogares y preparan la "Hallaca" un plato típico envuelto en
una especie de “humita”, plato típico andino de maíz con relleno de aliño.
Estos se regalan entre los amigos reafirmando así la amistad, deseándose buena
suerte para el próximo año. En Rumania en fin de año, las mujeres solteras
encienden una vela y miran el reflejo del agua en un pozo y según el reflejo,
pueden ver o pretenden conocer el rostro de su futuro pretendiente. En Bulgaria
para fin de Año hacen en todas las casas un pan en el que meten una moneda,
para así atraer el bienestar económico junto con la abundancia de alimentos, también
suelen meter papelitos en los que piden o desean cosas, como amor, salud,
trabajo, etc. Y como último ejemplo vemos como en Italia llaman a la última
noche del Año, "Notte di Capodanno". Siendo el plato indispensable en
la cena familiar en la que se reúnen todos los miembros de la familia, el guiso
de lentejas. De allí adoptamos la tradición de ponernos una prenda roja para así
atraer la buena suerte en el año entrante. En Roma y Nápoles era tradición que
dando las 12 campanadas de media noche del 31 de diciembre, tirasen los vecinos
todos los muebles y trastos viejos por la ventana o el balcón como símbolo de
deshacerse de lo viejo y malo para empezar el año nuevo con buen pie y con
nuevas miras. Por suerte para los viandantes, actualmente se ha prohibido esta tradición
tan original pero a su vez tan peligrosa.
Bueno pues…
¡¡¡FELIZ AÑO 2013!!!
Chin, Chin y cuidado con atragantarse con las uvas...
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