Los seres humanos así como los animales después de estar durante todo el día en constante movimiento, al caer la noche, les entra o mejor dicho nos entra una sensación de cansancio y dependiendo del ejercicio o trabajo practicado, hasta de agotamiento. Los músculos y nervios necesitan descanso, pero sobre todo el cerebro.
Durante el sueño perdemos la conciencia y así en ese estado de relajación, se recuperan las fuerzas perdidas durante el día. Pero ¿cómo reaccionan las plantas al estrés diario? Ellas no tienen músculos, ni nervios, pero aun así trabajan durante todo el día absorbiendo los rayos de luz realizando la fotosíntesis y absorbiendo los nutrientes del suelo a través de las raíces, para así alimentar a toda la planta con las sustancias nutritivas necesarias. Pero como este proceso de asimilación solo es posible durante el día o en horas con luz y sol, también se permiten las propias plantas, que las partes más castigadas durante el día tengan su descanso nocturno, ya que aun siendo su actividad química constante, al igual que nosotros, tampoco dejamos de respirar por la noche.
En algunas plantas se observa perfectamente su estado de sueño, vigilia o descanso, en el movimiento o posicionamiento diario de sus hojas al atardecer y mejor aún al anochecer. Esto es sobre todo visible en dos especies de plantas. En las leguminosas, con sus hojas compuestas y estipuladas y en las oxalidáceas, estas con sus típicas hojas trifoliadas (los populares tréboles de tres hojas). Por ejemplo en las Acacias, Mimosas, Albizias o en la singular Mimosa púdica, variedades estas pertenecientes a la primera de las familias mencionadas. Podemos ver como al atardecer, sus finas y pequeñas hojas se pliegan suavemente manteniéndose así durante toda la noche y abriéndose como un pequeño abanico a la mañana siguiente, para quedarse así ya desplegadas durante todo el día. De una manera parecida se comportan las hojas de la judía, que por la noche doblan cansadas sus hojas, volviéndose a estirar frescas y descansadas por la mañana, poniéndose cara al sol, dejándose inundar por sus rayos,cálidos y luminosos. Al atardecer los tréboles con sus típicas hojas trifoliadas (las de la buena suerte ya sabéis que no son tres, sino cuatro hojas las que tienen) pliegan igualmente sus tres acorazonados pétalos de hoja suavemente, doblándose a ambos lados del nervio central, dando sensación de placidez y descanso.
Fijaos este verano en los ejemplos citados, y veréis como las plantas también necesitan de tranquilidad y descanso para dormir plácidamente durante toda la noche. Por lo que:
"Buenas noches Sra. Acacia, buenas noches Sr. Trébol y buenas noches Srta. Judía, y a descansar, ¡que mañana será otro día!"
Hans Klobuznik
Muy interesante la pregunta y el post, realmente las plantas son fundamentales para nosotros, ya que gracias a ellas podemos respirar el oxígeno, creo que merecen descansar por las noches, pero nunca dejan de trabajar, es admirable, por eso debemos ser concientes y cuidarlas.
ResponderEliminarEnviar Flores
Hola Daniel,
ResponderEliminarComo verás estoy intentando escribir artículos que nos interesen a todos los amantes de las plantas, como el ph de la tierra y como sube el agua de la tierra al último brote.
Un saludo.
Hans.