Con una amplia sonrisa el camarero le contesta amablemente: -No se preocupe Ud. lo más mínimo por eso señor, no es el primero que me lo dice, pues estoy acostumbrado a que algunos comensales me lo digan al término de la comida, y no al terminar el primer plato, o al tomarse el primer sorbo de vino, por lo que págueme el menú completo, y vaya Ud. con Dios, pero pague y vallase-.
Hans Klobuznik
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