19 ene 2022

Un queridísimo amigo

Después de varios años como concejal de urbanismo de mi pueblo, dimití por motivos de salud. Ese mismo día al llegar a mi casa, había un hombre desconocido esperándome sentado en una silla de mi despacho. Nada más entrar, se levantó raudo, y extremadamente amable me dijo: 

-Queridísimo amigo, cuanto me alegro de volver a verte, después de tantos años, quizás ni siquiera te acuerdes de mí, pero… 

Yo educadamente le interrumpo diciéndole: 

-Perdón, pero antes de nada quisiera advertirle, que hoy mismo he dimitido de mi cargo. 

Y antes de poder seguir explicándoselo, sin más, el visitante malhumorado, levantando la voz me increpa groseramente diciéndome: 

-Así que con esas estamos, encima del madrugón y de la paliza de viaje que me he dado, teniendo que aguantar además este maldito calor... 

Y sin mediar más palabras, se levantó de la silla, cogió su abultada cartera y salió por la puerta, dando un fuerte y sonoro portazo. 

Hans Klobuznik

No hay comentarios:

Publicar un comentario