2 feb 2012

La Historia de San Valentín

Valentín era el nombre de un sacerdote muy conocido y querido, que en el siglo III ejercía su apostolado en Roma. Por aquel entonces gobernaba el emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios entre jóvenes. En su opinión, los solteros sin familia eran mejores soldados ya que tenían menos ataduras y esta situación le convenía sobremanera para sus campañas bélicas.

El sacerdote consideró que el decreto era injusto y desafió al emperador celebrando en secreto muchos matrimonios entre jóvenes enamorados. El emperador Claudio se entero y como el sacerdote Valentín gozaba de gran prestigio en Roma, lo llamó a palacio para hablar e interesarse por él y sus actuaciones. El Padre Valentín aprovechó aquella ocasión, como siempre, para hacer proselitismo del cristianismo, consiguiendo interesar a Claudio II, que mostró gran interés por sus charlas e historias, pero el ejército y sobre todo el gobernador de Roma llamado Calpurnio le persuadieron rápidamente quitándoselo de la cabeza.

Entonces el Emperador, para mantener el orden establecido entre sus súbditos, dio orden para que le encarcelasen de inmediato. A esto, un oficial romano llamado Asterius y siendo el encargado de encarcelarle quiso ridiculizarle y ponerle a prueba, para así contentar a sus superiores ganando puntos ante ellos. Este le retó para ver si era capaz de devolverle la vista a su hija Julia, que era ciega de nacimiento. El Padre Valentín aceptó el reto, y cuentan, que en nombre del Señor y haciendo un milagro le devolvió la vista. Este hecho convulsionó a Asterius y a su familia convirtiéndose estos de inmediato al Cristianismo.

A pesar de todo esto y por miedo a que se extendiese su fama por todo el imperio, siguieron manteniendo preso al Padre, y el Emperador que era de carácter débil y fácilmente influenciable, terminó mandándole martirizar, matándole a continuación, un 14 de Febrero del año 270 en Roma.

Cuentan también, que la agradecida Julia que recuperó la vista gracias a él, plantó en agradecimiento un rosal rojo junto a la tumba del que luego fue nombrado Santo, convirtiéndose así esta planta de rosal con sus flores rojas y perfumadas en símbolo de amor y amistad duradera.

Así fue como se estableció la fecha del 14 de febrero por el Papa Gelasi en el año 256 d.C. como fecha para honrar a San Valentín, patrón y protector de los enamorados. De esta manera, se ha convertido en costumbre a nivel mundial regalarse entre los amantes y enamorados ramos de flores y en especial rosas rojas. Los restos mortales de San Valentín se conservan en la actualidad en la basílica de su mismo nombre en la ciudad italiana de Terni, celebrándose cada 14 de febrero en dicho templo un acto de compromiso por parte de diferentes parejas que quieren contraer matrimonio al año siguiente.

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