Cuando doy alguna de mis charlas, en los cursos que imparto
para aficionados, o también cuando hablo en ciertos programas de radio, después
del saludo preceptivo, suelo comenzar diciendo: "Para que comprendan la
importancia de las flores en nuestra vida, deben saber que las flores son el
primer y último regalo que recibimos en nuestra vida".
En la mayoría de
los casos, lo primero que vemos cuando al fin abrimos los ojos al nacer es
un hermoso ramo de flores o una espectacular cesta de plantas, con alegres
y vistosas flores. Es también gracias a ese ramo o cesta la manera que tenemos
cuando somos bebes de enterarnos sin que nadie nos lo tenga que decir, ya que
somos tan pequeños y los mayores que creen que no nos enteramos ni que nos
interesa saber el sexo con el que hemos venido a este mundo.
Cuando las flores vienen atadas con un gran lazo rosa, ya
sabemos que nuestro primer juguete será una preciosa muñeca rubia de grandes
ojos azules o un bebote negrito con espeso y brillante pelo rizado. Si el lazo
que ata el ramo es azul, nuestro primer regalo será seguramente una pelota, un
coche de bomberos, un tren o una construcción. En algunos casos los regalos de
flores y plantas en los hospitales se multiplican, ya que además de regalárselos
a los recién nacidos, se le suele regalar a la madre, a la abuela y en muchos
casos también a la matrona o hasta a las mismas enfermeras como detalle o atención
por su buen hacer.
Con las flores siempre se acierta y nunca se queda mal,
pues no conozco a nadie que no agradezca el regalo de un bonito ramo de flores, una elegante orquídea o una coqueta cesta de plantas. Mas adelante
en el transcurso de la vida, las flores nos irán acompañando en casi todos los
eventos y celebraciones que podamos disfrutar. En la comunión, las niñas se
suelen poner una diadema de flores en la cabeza, y uno de los niños ofrece
una cesta o ramito de flores durante la ceremonia, también la iglesia está
adornada con centros de los mas variados estilos. Algunos padres quieren la decoración en
un elegante color blanco, otros en blanco y amarillo, otros con centros
multicolores más alegres e informales. Luego en el ágape, o en la comida un centro de flor decora el centro de las mesas dándole un toque alegre y
primaveral. Las flores nos siguen acompañando en las siguientes celebraciones,
como la confirmación, cumpleaños, santos, y como no en nuestra boda.
Es impensable una novia sin su ramo, desde el más
sofisticado de orquídeas, pasando por el de rosas, al mas sencillo pero no
menos precioso de margaritas. De los colores ya ni hablamos, rosa, blanco, multicolor,
etc. La iglesia también es decorada con centros y ramos, para darle a la celebración
la alegría, elegancia e importancia que se merece. El coche con su centro de
flores, los prendidos en las puertas y el restaurante también se verá
decorado por los floristas con su habitual buen gusto y buen hacer.
No nos olvidemos de los aniversarios, el primero, todavía
con la llama del amor encendida, luego las bodas de plata, más reposadas y al
final las de oro, tranquilas y merecidas. Todas ellas por supuesto son
merecedoras de un bonito ramo de flores. Y por supuesto, el detalle floral
para el día de la madre, pues ¿quién no le ha regalado unas flores a su madre?,
aunque estas fuesen cogidas furtivamente del campo para agradecerle todo lo que
hizo o sigue haciendo por nosotros, sus hijos.
El clásico San Valentín, no seria lo mismo sin una,
dos, o varias rosas acompañadas de una bella poesía incluso otro detallito como
unos pendientes, un pañuelo para el cuello, o una romántica cena en un
tranquilo y acogedor restaurante. En algunas regiones de España tampoco se
puede concebir el día de San Jorge o "Sant Jordi" sin que las
parejas se regalen mutuamente un libro y por supuesto una elegante y preciosa
rosa. Curiosamente las flores son capaces de viajar en minutos por todo el mundo, de Sídney a Hong Kong, de Paris a Viena o de Murcia a Toledo, llegando a
nuestros domicilios, oficinas u hospitales en el día y casi la hora pactada,
estando frescas, lozanas y hermosas, además pudiendo ir acompañadas de un texto
y si se quiere de una botella de cava, bombones o un simpático peluche.
Las flores también nos acompañan en cumpleaños, santos,
graduaciones universitarias e inauguraciones y hasta las reciben los mas
famosos deportistas cuando ganan una etapa en el Tour, una medalla en las
olimpiadas o como primer premio en los descensos en las pistas nevadas de
Austria, Suiza o los Andes. Y como no, las flores igual que nos acompañan en
nuestro primer día de vida, también nos acompañan en el ultimo. Las flores,
ya sean en ramos, coronas o en almohadones, son nuestro ultimo adiós y
nuestro homenaje a los seres queridos que por ley de vida nos van dejando.
Las flores como habéis visto, nos acompañan durante toda
la vida, como fieles compañeros en nuestras alegrías y en nuestras penas, en
nuestros éxitos y en los momentos más íntimos, dándonos siempre lo mejor que
tienen, su belleza, su delicadeza su sentimiento y su naturalidad.
"Cuida flores, ama las flores, regala flores y
disfruta la vida”.
Hans Klobuznik.
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